¡Hola!
En este momento estoy a punto de colapsar (en el sentido lanero de la palabra). He abierto el cesto de los wip (work in progress, oséase, las labores que tengo empezadas) y su número me ha provocado un vahído...Además, tengo a la parte técnico-fotográfica de BolboretaCalceta algo perezosilla, con lo que un par de trabajos que he terminado todavía no os lo puedo enseñar.
Así que aprovecho para hacer de la necesidad virtud, y si no tengo nada nuevo que mostraros ¡pues os enseño algo no tan nuevo! (por no decir una antigualla, que queda feo)
Aquí mi Sylvi, aquí unas amigas
Esta es sin duda la prenda de las que he tejido hasta ahora que más comentarios provoca cuando la llevo puesta, y también en Ravelry es, con mucho, la que más corazoncitos ha conseguido.
Como siempre que me lo pongo alguien me pregunta por el abrigo y se sorprende de que lo haya hecho yo, siempre termino diciendo que es muy fácil de tejer...y pareciendo una engreída. Pero es que ¡es la pura verdad! no es pose, es mucho más fácil de tejer que prendas mucho menos llamativas y se hace en un pispás. Palabrita.
Si sabes hacer punto del derecho, del revés, aumentos y disminuciones básicas (echar hebra y tejer dos puntos juntos) y has hecho ochos -cables- alguna vez, puedes tejerlo. Ahora bien, el forro es otro cantar.
De esta parte del abrigo lo único que yo hice fue elegir la tela -un lino color crudo y con estampado de caperucita precioso-. El resto, obra de mi querida amiga Tecela. Yo de costura, botones y poquito más.
Para este proyecto usé una lana fantástica que, por alguna misteriosa razón, Katia ha descatalogado: la calidad Sherpa. Tres años ya de uso del abrigo y os aseguro que está casi igual que recién tejido. La tela la compré en alguna tienda de Etsy que no recuerdo. Y el patrón, Sylvi de Mari Muinonen. Algún día le dedicaré una entrada a esta diseñadora que lleva el uso de los ochos a su máxima expresión. Hay muy pocas diseñadoras de punto que tengan un "toque" perfectamente reconocible, sin que sus patrones parezcan todos iguales, y la finlandesa es una de ellas.